miércoles, 4 de noviembre de 2015
bicicleta de turismo
Las bicicletas de turismo para distancias largas y cargas pesadas están diseñadas para la comodidad. La estabilidad se ve incrementada por su larga batalla, que mantienen el peso equilibrado, además de contar con espacio para las alforjas delanteras y traseras y hacer cicloturismo, aunque algunos prefieren mantenerlas ligeras y llevar solamente un pequeño juego de herramientas y una tarjeta de crédito. Tan solo hace unos pocos años atrás, la bicicleta de turismo hubiera sido considerada una bicicleta de carreras en todo su principio.
Seguridad en la bicicleta
El riesgo inherente de ir en bicicleta es muy bajo. De los 3,5 millones de ciclistas regulares en el Reino Unido, aproximadamente 10 mueren en accidentes que no implican a otros vehículos. En cuanto a la circulación en carretera, según el Departamento de Transporte del Reino Unido los ciclistas británicos tienen una tasa de muertes y heridas graves por millón de kilómetros recorridos en bicicleta que es la mitad de la de los motociclistas y 8 veces la de los automovilistas. La seguridad en la bicicleta implica diversos aspectos. El tipo de bicicleta que tengamos determina en buena medida el uso específico que vayamos a darle y, por lo tanto, la seguridad puede sufrir variaciones. Otro factor determinante es el terreno donde conduzcamos: las normas de seguridad en una ciudad serán diferentes a las que existen en un descenso a través de una montaña.
Hay que distinguir y separar los siguientes aspectos en cuanto a la seguridad: mecánica, equipo de protección y conducción.
Salud en Bicicleta.
- Músculos: Durante el pedaleo están implicados los músculos de las piernas; en el equilibrio abdomen, lumbares y espalda; y al sostener el manillar, hombros y brazos. Estos trenes musculares son ejercitados con la actividad ciclista.
- Sistema esquelético: El uso de la bicicleta tiene un efecto positivo sobre la densidad ósea y la fuerza debido a la tensión que el cuerpo aplica en el pedaleo y conducción del velocípedo. El movimiento cíclico de las piernas estimula los músculos de la espalda baja, donde las hernias discales son más probables de ocurrir. De esta forma la columna vertebral se refuerza y asegura contra tensiones externas. En particular, el ciclismo puede estimular los músculos pequeños de las vértebras que son difíciles de afectar a través de otro ejercicio. Esto puede ayudar a reducir la probabilidad de los dolores de espalda y otros problemas.
- Protección de articulaciones: El ciclismo es especialmente bueno en la protección y la alimentación de cartílagos ya que el apoyo de la bicicleta redunda en que las fuerzas que actúan como consecuencia de peso corporal se reducen drásticamente. El movimiento circular de la bicicleta ayuda al transporte de la energía metabólica a los cartílagos, reduciendo la probabilidad de la artrosis.
- Estrés: El ciclismo tiene un efecto relajante considerable debido a su movimiento uniforme, cíclico que establiza las funciones físicas y emocionales del cuerpo. Esto contrarresta la ansiedad, la depresión y otros problemas psicológicos. El ejercicio también controla el equilibrio hormonal.
- Oxigenación: La respiración es a menudo afectada por la adiposidad y la falta de ejercicio. Entre otras cosas, la actividad física regular y moderada fortalece los músculos respiratorios, lo que conduce a una mejor ventilación de los pulmones y por lo tanto tiene un efecto positivo en el intercambio de oxígeno.
- Corazón: El ciclismo es ideal para entrenar el corazón y hacerlo más fuerte y menos propenso a enfermedades cardíacas. Al usar bicicleta todos los factores de riesgo que conducen a un ataque al corazón se reducen y al hacerlo regularmente se minimiza el riesgo de ataque cardiaco en más de un 50 %.
- Obesidad: El ciclismo es ideal para enfrentar los problemas de obesidad pues un 70 % del peso del cuerpo recae sobre el sillín, permitiendo así a las personas que de otra manera no podrían moverse fácilmente hacer ejercicio para mejorar su forma física y estimular el metabolismo de las grasas. A su vez, el uso de la bicicleta contribuye a la reducción de peso por la quema de energía.
- Colesterol: El ciclismo puede entrenar al organismo a utilizar las reservas de grasa favoreciendo el equilibrio en el nivel del colesterol. El ejercicio regular durante la juventud es un factor de prevención contra el exceso de peso en los adultos.
- Presión arterial: El ciclismo moderado puede prevenir, o al menos reducir, la presión arterial alta y así ayudar a evitar un accidente cerebrovascular o daño a los órganos. La presión arterial se reduce a menor frecuencia cardiaca, que es el resultado del ejercicio regular aeróbico.
- Cáncer: Se ha demostrado que la activiad física regular reduce el riesgo de los cánceres de colon, mama, próstata y páncreas, y, posiblemente, de pulmón y cáncer de endometrio.
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